Por: Jaz Mendoza / The Pink Point
¿Cuáles son los retos femeninos a los que se enfrenta la mujer hoy en día? Lancé esta pregunta en redes sociales y obtuve respuestas de varias mujeres e incluso de hombres, de las cuales enlisto cinco a modo de reflexión, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
1.- Ella misma: La mayoría de las veces somos nosotras las primeras que nos saboteamos, pues por nuestros miedos e inseguridades nos damos por vencidas antes de intentarlo. El principal enemigo a vencer es nuestra mente, debemos dejar de prestar atención a esa vocesita negativa y pesimista que nos dice “no puedes”, “no te arriesgues”, “seguro fracasarás”, “te ves horrible”, “estás gorda” … ¿Por qué somos tan duras con nosotras? Si pretendemos que los demás nos valoren, empecemos por valorarnos y creer en nosotras mismas a través de la autoaceptación y el reconocimiento, tomemos las riendas de nuestra vida y empecemos a caminar.
2.- Otras mujeres: ¡Totalmente! ¿Cuántas veces hemos visto, escuchado e incluso le hemos tirado, como decimos coloquialmente, a otra mujer? Comparto mi caso, las que son mamás tal vez se identifiquen: Este año, voluntariamente a fuerza me tocó ser parte de la Asociación de Padres de Familia de la escuela donde estudia mi hija, y en las juntas no falta la mamá que llega con el panqué que horneó ella misma a las cuatro de la mañana, o la que se ofrece para ayudar en todas las actividades y convivios del colegio, o la que levanta la mano para ir al centro a buscar los vestuarios de los niños para que todos sean iguales y de paso salgan más baratos. Lo primero que pensé fue “seguro estas mujeres no tienen nada qué hacer”, “no estoy loca para levantarme tan temprano a preparar un pastel”, “a mí que me digan cuánto es del disfraz”, ¿notan mi ego!
No me cayó el veinte hasta que en cada convivio de la escuela mi hija salía feliz con sus dulces que esa mamá había comprado y empaquetado en bolsitas, hasta que comí panque y me supo delicioso porque no había desayunado, hasta que en el festival los niños se veían lindísimos todos iguales. Ahora, antes de criticar mejor agradezco que esas mamás se dan el tiempo para ayudar a las que no podemos o se nos dificulta participar.
Dicho lo anterior, reflexiona si como yo has juzgado o puesto el pie a otra mujer, y te invito a no convertirte en el enemigo.
3.- Equidad de género: En la actualidad las mujeres buscamos las mismas oportunidades, beneficios, servicios, trato y justicia que el hombre. Exigimos igualdad. Sin embargo, y no me acribillen, creo que en varias ocasiones buscamos competir con el sexo masculino a ver quién puede más, ¿y la igualdad? Aceptemos que cada uno tiene un rol distinto, no estamos para competir sino para complementarnos.
He tenido la oportunidad de entrevistar a mujeres en puestos de liderazgo y todas tienen un común denominador: se han topado con trabas en su carrera profesional, pero han sido más sus “ganas de trascender”.
Nuestro país sigue siendo machista y no tenemos la tarea sencilla, pero que esto no nos limite, saquemos el mejor partido a nuestras fortalezas y si vamos a competir que sea con nosotras mismas, dejemos de ver pasar la vida a través del éxito de otras personas.
4.- Balance en sus distintos roles: Estamos tan ocupadas tratando de ser la mujer perfecta, la madre perfecta, la esposa perfecta, la profesionista perfecta… que es inevitable no sobresaturarnos y vivir estresadas la mayor parte del tiempo. ¡No somos súper mujeres y no necesitamos ser perfectas! Aprendamos a delegar tareas y decir NO cuando no se puede y evitar decir SÍ por obligación, no nos hace peores mujeres, pero sí menos saturadas y con la oportunidad de disfrutar más, pues para que todo fluya es clave nuestro bienestar.
5.- Estereotipos de belleza: Parece que no es suficiente con ser profesionistas exitosas, tener pareja e hijos (las que lo han elegido), también debemos ser delgadas, atléticas, eternamente jóvenes, vestir bien y ser cool, ¡WTF! Por supuesto, hay que procurarnos, pero no para ser aceptadas por los demás o formar parte de un círculo social, sino para gustarnos y sentirnos bien con nosotros mimas.
Ufff… Y la lista podría seguir con puntos como la violencia de género, el derecho a decidir si quieres o no tener hijos, o la presión social de para cuándo la boda o para cuándo el hermanito… Sin embargo, estoy convencida que el reto más importante es ser feliz y en nuestras manos está la decisión.
¡Hasta la próxima!
Accede desde aquí a la edición completa:
4. Conectando con el yin, la energía femenina de recibir, de Bianca
5. Ser mujer en una ciudad de acosadores, de Marly
6. Por qué elegí no ser madre, de Glam Weddings