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Sin perder de vista que cada embarazo presenta condiciones específicas y diferentes, el periodo de gestación en sí no es impedimento para disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria. De hecho, puede ser una oportunidad para ampliar el panorama de aquello que conocemos como satisfactorio.

 

Uno de los primeros obstáculos que las mujeres encuentran para tener relaciones sexuales durante el embarazo es el miedo. El temor a que los encuentros sexuales afecten de alguna manera al futuro bebé o a la futura mamá. Pero, ¿realmente existe esa posibilidad?

 

El sexólogo Carlos Hernández explica: “Existen situaciones particulares donde los encuentros sexuales se contraindican, específicamente los penetrativos, como es el caso de los embarazos de alto riesgo. Esto es algo que debe determinar el médico tratante, por ello, es importante abrir la comunicación sobre temas de sexualidad con los expertos en salud encargados del seguimiento de la gestación”.

No obstante, el experto subraya que en la mayoría de los casos la vida sexual puede mantenerse con naturalidad. Hay que considerar que los cambios físicos, anímicos y hormonales propios del embarazo podrían requerir la adecuación de algunas prácticas eróticas, para que el encuentro sexual resulte cómodo y placentero.

 

Las razones por las que el deseo de la mujer fluctúa durante este periodo, pueden ir desde las condiciones normales hasta las emocionales:

  • Primer trimestre: Con frecuencia se presentan molestias como náuseas, mareos y baja de energía, lo que provoca desinterés en la actividad sexual.
  • Segundo trimestre: Los síntomas disminuyen y se encuentran más estables emocionalmente ante la noticia de la maternidad, lo que permite que el deseo aumente.
  • Tercer trimestre: Predominan los cambios físicos, como el abultamiento del vientre y el cansancio que ha generado el embarazo, lo que inhibe el deseo de forma considerable.

 

De forma general, la lubricación natural de la mujer cambia durante la etapa del embarazo, pero esto varía en cada caso y cada persona. Es común que durante este periodo un amplio número de mujeres reporten una disminución considerable en la lubricación, que en muchos casos se llega a extender hasta la lactancia. Nos recuerda Carlos Hernández que “esta situación no es el punto final de nuestro placer o satisfacción sexual”. En situaciones como esta, se recomienda el uso de lubricantes íntimos base agua con pH neutro, lo que evitará que se modifique la acidez vaginal, y por tanto, la eventual presencia de infecciones.

 

“Sugiero sumar a los hábitos sexuales un lubricante íntimo antiséptico, como es el caso de AQA7, ya que al estar elaborado a base de soluciones electrolizadas de superoxidación con pH neutro es efectivo contra bacterias, virus y hongos. Además de que permite que todo se deslice de manera más amable y agradable, no irrita, no tiene olor ni sabor, no se absorbe en la piel y no es pegajoso. Todo esto ayuda a mantener los órganos sexuales protegidos de manera inocua, fomentando la higiene”, agrega.

 

Algunas recomendaciones prácticas para disfrutar del sexo durante el embarazo, de acuerdo con el sexólogo Carlos Hernández, son:

  • Relájate. Calma los pensamientos y contáctate con el placer en el aquí y el ahora. Practicar yoga podría ser una excelente opción para aprender a usar la respiración como un antídoto contra el estrés.
  • Adáptense a los cambios físicos, prueben posiciones sexuales que les sean cómodas a ambos. La más recomendada es la de cucharita, donde se acuestan de lado, el hombre detrás de la mujer abrazándola. De esta forma el vientre queda de frente, libre.
  • Exploren prácticas no penetrativas que les resulten placenteras. Para algunas mujeres embarazadas, la intimidad y el contacto físico a nivel de caricias, besos y cercanía, es mucho más significativo y placentero que el coito. Sugiero procurar experiencias de profunda intimidad, como dormir desnudos juntos, compartir un baño tibio o incluso un masaje de pies. Recordemos que durante estos meses los pies de la futura mamá tienden a hincharse. ¡Aprendan a mirar las necesidades de cada etapa del embarazo!
  • Lleven un seguimiento constante y cercano con el médico, esto puede representar una oportunidad para despejar dudas y eliminar temores. Haz una lista con aquellos cuestionamientos que van surgiendo en el día a día y tenla a la mano para compartir puntualmente durante tus consultas.

 

 

“Para muchas personas, el ejercicio de la sexualidad durante el embarazo representa la posibilidad de replantearse lo que hasta ese momento habían definido como encuentros sexuales placenteros, donde el valor de la penetración es casi absoluto y se deja de lado otras expresiones del placer y la intimidad como los besos, las caricias, la cercanía y la ternura”, concluye el sexólogo.

 

 

 

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