Información de Agencias 

Siempre los pensamientos y las emociones se encuentran con la salud física y la emocional. Ya que existe una conexión entre el cerebro y el intestino, al cual se le conoce como el segundo cerebro, pues en él se producen la mayoría de las hormonas responsables de nuestros procesos neurológicos y contiene millones de células similares a las que posee el cerebro en los recubrimientos del tracto digestivo.

El intestino como segundo cerebro acumula los efectos de las emociones positivas y negativas, por eso uno siente “mariposas en el estómago” al estar ansioso o feliz o un “nudo en la panza” al pasar un coraje, así como también un “agujero en el estómago” al estar nervioso o con miedo.

Todas estas emociones también tienen un impacto directo en la microbiota, la cual es una colonia formada por millones de bacterias las cuales están íntimamente relacionadas con la digestión, la respuesta inmunológica y el estado de ánimo.

Así que resulta fundamental el cuidado diario de nuestro intestino o segundo cerebro, ya que estos desequilibrios, provocados en su mayoría por ansiedad y estrés, desencadenan una serie de malestares digestivos, afectando además del bienestar digestivo, el bienestar emocional. Más del 70% de las personas que experimentan molestias digestivas dicen sentirse emocionalmente afectadas, y 90% de las personas con síndrome de colon irritable también es por cambios importantes a nivel emocional, principalmente estrés. Asimismo, se ha demostrado que las personas que sufren depresión, ansiedad, síndrome del intestino irritable y otras condiciones, tienen una microbiota distinta de las personas que no.

Para cuidar nuestro segundo cerebro, los expertos recomiendan:

  • Practicar actividades físicas que ayuden a equilibrar las emociones, ya sea a través de la práctica regular de ejercicio como el yoga, pilates o bien crossfit, natación, dependiendo cual prefieras. Aunque también hay otras actividades como el dibujar mandalas o la meditación pueden ser de gran ayuda.

  • Consumir alimentos como el yoghurt, que gracias a los probióticos que contiene ayuda a fortalecer la microbiota. Existen diferentes tipos de probióticos, y algunos de ellos, como el ActiRegularis®, que contiene Activia®, han demostrado tener un efecto positivo en la salud digestiva, favoreciendo el equilibrio microbiano en el intestino. Existen cada vez más pruebas de que nuestro conjunto personal de bacterias influye en nuestra respuesta a los alimentos, ayudándonos a aprovechar sus nutrimientos y mejorar nuestra digestión. Además de que tener una gran variedad de sabores riquísimos y presentaciones muy prácticas puede ser el snack o desayuno perfecto.
  • Escuchar música también resultar un gran aliado al momento de reducir los niveles de estrés, ya que el cerebro se enfoca en las melodías y puede ayudar a dejar de lado por un momento las preocupaciones.

Cuida tu segundo cerebro cada día y disfruta de los beneficios de mantener una salud digestiva adecuada con los 8 mil millones de probióticos Bifidus Actiregularis® que Activia® te brinda consumiendo dos porciones de 125g diarios por al menos 4 semanas. Vive el #RetoActivia y notarás la diferencia. Lo afirmo plenamente convencida después de haberlo experimentado.

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