Independientemente del tema religioso, las fiestas decembrinas son motivo de celebración con familiares y amigos ya que es esa época del año en que nos reunimos para convivir, comer, festejar, compartir y estar felices… pero, no siempre es así.
Para muchas personas, Navidad y fin de año pueden ser épocas de mucha angustia, tristeza, nostalgia o depresión porque les trae recuerdos y memorias de tiempos pasados que fueron mejores o bien, porque la ausencia de algún ser querido se recrudece en estas fechas.
Tratar de estar felices siempre y querer reprimir lo que uno realmente está sintiendo es lo que se denomina positivismo tóxico. No tiene nada de malo, (y de hecho se fomenta) el hacer uso de herramientas que permitan ver el lado positivo a las situaciones que se nos presentan y dejar de lado la pesadumbre y el negativismo; sin embargo, mantener una fachada de alegría y un pensamiento positivo todo el tiempo sin manejar los sentimientos profundos de dolor, tristeza, angustia o ira puede ser realmente perjudicial para nuestra salud.
¿Cómo identificarlo?
Los siguientes son comportamientos y actitudes que denotan el positivismo tóxico:
- Querer que todo, (y todos) sean perfectos… siempre
- Pretender que todo está bien todo el tiempo en todo momento
- Sentirse culpable por tener emociones negativas
- Invalidar los sentimientos negativos propios y de otros
- Evadir temas incómodos en lugar de afrontarlos
- Avergonzarse o avergonzar a otros por no tener actitudes positivas
- Uso frecuente de frases hechas y clichés como: “échale ganas”, “se positivo”, “al mal tiempo buena cara”, etc.
¿Porqué es dañino querer ser positivo siempre?
No aceptar la realidad de lo que se siente, conlleva a que esas emociones negativas se acumulen y terminen explotando y haciendo más daño a nosotros mismos y a los que nos rodean:
- Provoca aislamiento: Si una persona no se da permiso a sí misma (o a otros) de sentir, entender y manejar dichas emociones negativas, termina sintiéndose aislada ya que entonces solo las emociones positivas y optimistas se permiten para sí y para su alrededor, lo que pone en riesgo la convivencia y la conexión con otras personas porque se deja de lado la empatía, la compasión y comprensión necesarias para salir delante de dichos estados emocionales.
- Causa culpa: tener una actitud de positivismo tóxico causa culpa ya que el mensaje que se emite es que si no eres capaz de encontrar mecanismos para recomponerte y ver con una actitud positiva la vida entonces algo estás haciendo mal.
- Es un mecanismo de evasión: el positivismo tóxico es una “salida fácil” para esconder, negar, reprimir o evitar las emociones negativas que nos hacen sentir incómodos y de esta forma, nos impide crecer como individuos.
- Provoca alteraciones en el organismo: los niveles de cortisol que el estrés genera por enmascarar lo que realmente se está sintiendo puede poner en peligro la salud cardiovascular, debilitar el sistema inmunológico, alterar la función del sistema endócrino y repercutir en otras áreas del cuerpo: caída de pelo, irritaciones en la piel, etc.
- Enmascara actitudes de abuso: no aceptar la realidad y querer disfrazar los verdaderos sentimientos y emociones puede ser una forma de abuso o gaslighting ya que se crea una falsa realidad o narrativa que devalúa, minimiza o invalida las emociones y experiencias de otros.
¿Cómo evitarlo?
- Date permiso de sentir: aún y cuando suene a cliché, es necesario que liberes esas emociones reprimidas y aceptes que es válido (y humano) no siempre estar bien.
- Aprende a manejar tus emociones: en vez de negarlas y reprimirlas aprende a expresarlas y manejarlas de una manera que te haga sentir mejor contigo mismo.
- Manténte presente: conectar con las emociones negativas te ayuda a ser más comprensivo y empático contigo mismo y con las demás personas que necesitan ser escuchadas.
Mantener una actitud positiva ante la adversidad es correcto, pero querer evadir las emociones y no hacer frente a lo que se siente y se vive puede ser perjudicial para el cuerpo y la mente. Es importante aclarar que es posible mantener una actitud positiva frente a las dificultades, sin embargo, cuando se están viviendo momentos de duelo, pérdida o crisis no es necesario recordarle a la gente que debe ser optimista ni tampoco es correcto hacer sentir a las personas que están siendo juzgadas por no ser positivas.
Todos en algún momento atravesamos por dificultades o situaciones incómodas y debemos ser compasivos con nosotros mismos, estar en contacto con nuestras emociones y aprender a vivir y disfrutar el aquí y ahora.
Deseo que tengas unas fiestas llenas de luz y paz.
¡A tu salud!
Mónica Velasco
Yogui, Health Coach Holística & Funcional
Fundadora de www.reverdeser.com.mx