Por: Jose Cruz
Psicoterapeuta Gestalt y Educador sexual.
Estaba haciendo un recuento de las canciones que me han dedicado y las canciones que he dedicado:
Comencé con: “Óyeme” de Monica Naranjo, cuando tenía 14 años, mi primer amor, me dedico esa canción y me lo dijo: “Para mí la vida no es vida si tu no estas junto a mi”, seguí con “Tus ojos” de Gloria Stefan, a los 16 años en una fiesta, otro amor me puso esa canción, “Mírame dame fuerza y alivio” y ahora la recuerdo con mucho cariño y hasta una sonrisa sale de mi boca al recordarlo, “Mi única razón” Presuntos implicados y de las últimas “Solo tu” de Sasha, Benny y Erick, en fin tantas y tantas canciones que me han dedicado, y todas en la etapa más fuerte del amor, yo también soy muy cursi y he dedicado una que otra canción, no solo en amor, también en desamor que son más canijas jajaja.
Me puse a pensar como hay tantas y tantas palabras y sentimientos, que te nacen y quieres expresarle a una persona y por medio de una canción te atreves a hacerlo.
Sin embargo, me pregunte: ¿Porque he dedicado canciones a otras personas las cuales ya no están y no me he dedicado ninguna canción?, ¿Será posible hacerlo? ¿Puedo pensar en mí y dedicarme una canción?
Así que hice un experimento, busque una canción la cual fuera perfecta para dedicársela a alguien, pero no a cualquiera, una canción para alguien a quien quisiera muchísimo, a quien amara profundamente y salió esta canción: “Te quiero” una canción que hace muchos años la cantaba José Luis Perales y recientemente, Gloria Trevi la interpreta en su disco dedicado al amor, así que decidí ponerla a todo volumen y frente al espejo, cantármela y fueron saliendo estas frases:
Cada vez cuando te miro, cada vez, encuentro una razón para seguir viviendo…
Cuando te miro es como descubrir el universo…
Te quiero como la luna al sol.
Al estarme mirando y decirme estas frases, me sentí alegre, me sentí querido y lo mejor era que yo mismo me lo decía, no podía creer lo poderoso que puede ser decirte a ti mismo estas frases, instantáneamente salieron lágrimas de felicidad y un sentimiento tan profundo de aceptación, de cariño, de ternura, algo que no había experimentado anteriormente, algo que siempre había anhelado sentir, sin embargo, estaba esperando a que alguien me lo dijera, de pronto, estaba tan confundido que no sabía lo que sentía, si era alegría por darme cuenta de que yo mismo me puedo querer tanto, o tristeza por andar buscando cariño hacia mí en otras personas.
Afortunadamente descubrí que con un experimento tan sencillo: Dedicarme una canción, puedo aprender a quererme un poquito más y es por eso que lo quise compartir contigo y ahora te invito a que te dediques una canción, te invito a que hagas este experimento no solo con una canción, con el número de canciones que tú te quieras dedicar, te invito a que el amor de tu vida, seas tú mismo y a partir de ahí puedas dar amor a tu pareja.
Te quiero y eres el centro de mi corazón… (dedicada para la persona que más amo: José Cruz)
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