¿Por qué es mala la gula si todo mundo la promueve? Es lo primero que vino a mi mente cuando se me invitó a escribir una nota sobre este tema y me pareció hasta un poco divertido pensar que hace siglos la gente se martirizaba por cometer este pecado tan criticado y hoy en día se suben miles de fotos de elegantes comidas y bebidas en todas las redes pero en especial Instagram, a donde parece a momentos que para los usuarios con tan solo subir la foto la comida o bebida les sabe mucho más rico, y si sus seguidores halagan y aplauden lo que se van a comer eso los lleva sin duda al más puro momento de elevación y la comida les sabe a gloria aderezada con likes y con followers o repost. Si, todo indica que hoy en día la Gula es chic y ser #foodie o ser amante del #foodporn o #slowcooking es un símbolo de estatus más que de ser una persona sin voluntad, pero para que esto sea así y que ser amante de las buenas comidas o bebidas te de estatus y clase hay una GRAN condición: Que tu gula jamás se vea reflejada en tu cuerpo, porque si tus excesos se reflejan en tus muslos o en tu cadera o peor aún: tu panza, ahí sí que estarás en problemas y serás enviad@ de inmediato a la categoría más baja entre los amantes de la comida que es la de tragona o tragón y serás un paria social al que todo mundo dirá “Ya deja de comer tanto que la gula es pecado.”
Si la gula es pecado ¿Por qué en todas las fiestas los más importante es el banquete? ¿Por qué en todos los cumples hay pastel? ¿Por qué en las citas románticas vamos a cenar a lugares ultra caros de platillos exquisitos? ¿Por qué los hombres sueñan con poner crema batida en los pechos de sus mujeres y las mujeres quieren la misma crema sobre los miembros de sus hombres? ¿Por qué nadie critica los buffets? ¿Por qué las mamás te castigaban de chiquit@ si te negabas a comer? Hablando de cuando éramos unos chiquitines, en mi opinión los niños son los únicos que tienen una relación sana con la comida: se acostumbran a comer cosas sin sal o azúcar desde bebés y disfrutan todos los sabores, ya más grandecitos y ya que distinguen los alimentos rechazan con energía los que les desagradan y los que sí les gustan los comen con ambas manos aunque se batan, y comen con alegría sin par ese palito de apio o helado o paleta o pastel de chocolate y se chupan los dedos y les da lo mismo si acaban hechos un lío, los niños disfrutan y comen sin culpa porque ellos ignoran que es pecado o que es malo ser gordito…
La culpa por comer nos llega cuando crecemos y nos damos cuenta que los kilos de más si que cuentan en tu vida romántica, social y hasta laboral. Conocí a una novia que en su boda se negó a probar su pastel de bodas porque se iba de Luna de Miel y ella quería usar bikini, así que comer pastel ¡Ni loca! eso sí, le tomó foto y la subió a Instagram con la leyenda “¡Está hiper rico! #delicious” Y yo pensé cuando vi la foto que es más pecado mentir que comer… ¡En fin!, el punto es que hoy en día la gula es un pecado promovido, tolerado, y hasta alabado siempre y cuando en tu cuerpo ni se note ni se vea lo que has degustado. Yo decidí volver a comer como cuando era niña y hoy en día solo como cuando tengo hambre y como mi mamá ya ni me castiga o regaña me como todo o dejo medio plato si yo quiero para la cena, y si veo al señor de los helados o al de la fruta compro un helado o un vaso de pepinos con chile y me siento en el parque o la plaza a ver la vida pasar. La gula me enseñó que yo mando y que yo soy la única persona responsable de mi y de mi alimentación y que comer con culpa. o miedo o ansia es lo que nos hace engordar.
Te invito a conocer todos los pecados de #las8delasbloggers y encontrar el lado positivo a La vanidad en el blog de www.crismendoza.com.mx
Treinta Aydeé / Blogger / Locutora y Editora en Jefe www.chicaplusmexico.com