Por: José Cruz
Si nos preguntan, ¿qué tan saludable estas de los dientes?, creo que lo puedes saber por el número de caries, limpieza etc. Si nos preguntan, ¿cómo evaluarías el estado de tus vías respiratorias? Pues verías la cantidad de enfermedades que tienes al año, la calidad y forma de respirar y podrías dar una evaluación. Pero si te preguntan, ¿Cuál es tú estado de salud sexual? ¿Cómo lo puedes evaluar?
Para eso te voy a presentar lo que la OMS (Organización Mundial de la Salud) indica como salud sexual: «La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.»
Suena muy sencillo pero cada que veo las broncas con las que llegan mis pacientes me hace desmenuzar este concepto:
Bienestar Físico
Esto quiere decir que debes revisar la cantidad ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) que has tenido ya que es directamente proporcional a la cantidad de riesgo de contagio que tienes en tus encuentros sexuales.
Bienestar Mental
Para esto debemos tener en cuenta la calidad de relaciones en las que has estado o en la que te encuentras actualmente para luego preguntarte, ¿porqué estás con esa persona?, ¿es acaso una pareja que sirve sólo para cumplir tus estándares sociales?, ¿cada cuándo y de qué índole son los conflictos que tienes con tu pareja?
Bienestar social
Este si esta difícil, por que aunque no lo creas hay personas que basan su placer sexual y prácticas sexuales en función de lo que la sociedad, incluyendo la religión, dicta como bueno o malo, lo peor que nos puede pasar es que tengas prácticas sexuales con culpas o con miedos.
Practicas sexuales libres de coacción
Es decir, libres de chantaje emocional, económico o afectivo. Y es que desafortunadamente en nuestra sociedad estas tres esferas están en el mismo bolso, no sólo hablo del hombre a la mujer, también de la mujer al hombre o de personas del mismo género que utilizan el sexo y el placer para chantajear a su pareja. Condicionándola a que si hacen las cosas como uno dice pueden tener contacto sexual, de lo contrario se niegan. Otros y otras más rud@s, generan conflictos para no tener relaciones sexuales, ¡o peor! en el entendido de que “la reconciliada sabe mejor” generan conflictos para después tener relaciones sexuales.
Libres de discriminación
Aquí hay una linea delgada entre los gustos de cada uno, ya que una cosa es negociar para ver si a ambos les parece bien una práctica y otra muy diferente es que por miedo, por ignorancia o por ideas que vienen de la sociedad, descalifiques y con ello discrimines los gustos de tu pareja, revisa bien hay prácticas que te pueden gustar pero si de entrada las eliminas, eres tú quien se priva de disfrutar.
Libres de violencia
¡Ojo!, los celos son violencia, el
BDSM no consesuado es violencia, el sobajar a tu pareja para que tú sientas placer (si no están ambos de acuerdo), es violencia. Y es que, en nuestra cultura latina al haber tanta pasión y pertenencia confundimos entre jugueteo, amor, pasión y porno. Así que no te olvides de que todo acto es de dos, y pregúntate si tú permitirías que te lo hicieran antes de pedirle a tu pareja que haga realidad tus fantasías.
Ya te dí algunos conceptos básicos, ahora te toca evaluar a ti evaluar tu estado de salud sexual y no solo lo identifiques, checa qué necesitas cambiar para poder elevar tu nivel de salud en este ámbito
¡¡Nos vemos aquí la siguiente semana!!