Por: Mónica Velasco

El 10 de octubre es el día internacional de la salud mental y por ello es importante que hablemos al respecto para entender un poco mejor por qué se ha convertido en un tema tan importante y controversial.

¿Qué es?

La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta y la vejez. Nos ayuda a:

  • Enfrentar el estrés de la vida
  • Estar físicamente saludables
  • Mantener buenas relaciones con otros
  • Contribuir en forma significativa a la comunidad
  • Trabajar productivamente
  • Alcanzar nuestro completo potencial

 

Sin embargo, no siempre sabemos cómo lidiar con los problemas que nos afectan de manera cotidiana y nos cuesta trabajo lidiar con situaciones demasiado estresantes o que nos colocan en una posición en la que nos sentimos observados y juzgados de modo tal que nuestra mente nos juega malas pasadas convenciéndonos de que no somos capaces de lograr el resultado esperado o por lo que hemos trabajado durante tanto tiempo.

Tal es el caso de los atletas de alto rendimiento que a últimas fechas han tenido el valor de abrir la conversación al respecto haciendo notar el gran estrés al que son sometidos desde pequeños y cómo los tabúes y prejuicios sociales en torno a las emociones e inseguridades propias de cualquier ser humano se ven como muestra de debilidad y vulnerabilidad, no aptas ni necesarias para quien quiere ser el mejor.

“La persona que no está en paz consigo misma, está en guerra con todo el mundo”

Gandhi

¿Cómo lidiar con esto?

Algunas recomendaciones para manejar este tipo de situaciones y propiciarnos una mejor salud mental son:

  • Actitud Positiva: no se trata de evitar las emociones “incómodas” o de estar contento todo el tiempo con todo lo que nos pasa sino saber dar el justo valor a las cosas que pasan y entender que, aunque no todo lo que pasa es bueno o como quisiéramos que fuera, si nos pasan cosas buenas y las malas experiencias se nos presentan como enseñanza para que podamos avanzar en nuestro camino.
  • Alejarse de lo negativo: este punto es muy importante e incluye alejarnos de noticias, personas o eventos que alteren nuestro sentido de bienestar. Es decir, rodearnos de gente tóxica, escuchar o leer fuentes de noticias amarillistas o utilizar las redes sociales para compararnos con otros es una práctica muy negativa que solamente incrementa las sensaciones de inseguridad en uno mismo.
  • Practicar la gratitud: ser agradecido es vital para poder apreciar lo que hay en nuestras vidas, sin importar si son cosas grandes o no. Damos por hecho muchas cosas que si tenemos y que parecieran no ser importante porque estamos muy acostumbrados a tenerlas. Sin embargo, es importante que diariamente lo recordemos o registremos en un diario para que seamos capaces de visualizar lo que hay. Por ejemplo: estar vivos, respirar sin dificultades, movernos a voluntad, contar con el apoyo de padres, amigos y familiares, tener comida en la mesa, ir de vacaciones, etc. Cuando nos damos cuenta de todo lo que si hay en nuestra vida nos es más fácil darles la vuelta a las situaciones negativas y enfocarnos en encontrar una solución a los problemas que se presenten.
  • Cuidar la salud física: somos seres integrales, holísticos. Si la cabeza no está bien el cuerpo tampoco y viceversa. Hacer ejercicio, dormir lo suficiente y una alimentación balanceada ayudan a mejorar el estado de ánimo, disminuir estrés y ansiedad.
  • Hablar abiertamente y conectar con otros: somos seres sociales y necesitamos de la interacción con otras personas. Relacionarse con amigos, familiares, colegas de trabajo, o gente con quienes compartamos algún interés es necesario. Sin embargo, estas relaciones a veces no son profundas ya que no nos sentimos con la confianza de abrir el diálogo para explorar lo que sentimos. Es necesario que encontremos un grupo de apoyo o foro de confianza (presencial o virtual) en el que podamos compartir y externar lo que pensamos y sentimos con la finalidad de derribar complejos y tabúes que no nos permiten vivir en paz.
  • Tener un propósito de vida: ¿Qué le da sentido a tu vida?, ¿Cuál es tu motor?, ¿hacia dónde vas?, ¿Quién se beneficia de lo que tú haces? Son las preguntas clave para poder encauzar nuestro camino y encontrar satisfacción y propósito en eso que hacemos, ya sea trabajo, voluntariado, aprender nuevas habilidades o explorar nuestra espiritualidad.
  • Desarrollar la resiliencia: necesaria para poder lidiar con las situaciones de estrés, saber enfrentar los problemas, encontrar soluciones y no darse por vencido.
  • Respiración y meditación: conectar con la respiración y ser conscientes de nuestro ritmo respiratorio nos permite darnos cuenta de cómo nuestra mente se va hacia lugares insospechados, generando pensamientos y emociones que no siempre nos hacen sentir tranquilos. La meditación es una práctica en la que el cuerpo, mente y espíritu se conectan para enfocar la atención, aclarar la mente, aligerar la tensión y expandir la conciencia. Existen muchos tipos de meditación entre las que destacan la meditación de atención plena o mindfulness y la meditación trascendental.

La salud mental es un aspecto que cada vez cobra más relevancia a nivel mundial y es tarea de cada uno de nosotros procurarnos un espacio de paz y relajación, pero como todo, requiere de trabajo diario. Es decir, todos los días debemos poner en práctica al menos una de las recomendaciones e ir avanzando conforme vamos ganando seguridad. Al hacernos conscientes de nuestro patrón de pensamientos y diálogo interno nos es más fácil poner un alto, dejar atrás el pasado o las lucubraciones futurísticas y apreciar y valorar el presente. Hablar sobre lo que nos incomoda, nuestros miedos e inseguridades nos humaniza y nos acerca un paso más hacia el bienestar personal y colectivo.

Si te resulta complicado poder realizar cualquiera de las recomendaciones o te sientes confundid@ no temas ni dudes en pedir ayuda. La vergüenza es solo un obstáculo más que te aleja de alcanzar tu potencial y que mina tu salud mental.

Deseo que encuentres y honres tu propio espacio para cultivar tu salud mental.

¡A tu salud!

Mónica Velasco

Health Coach Holístico-funcional & Yogui