Por: Susana Porras N.

Es cierto que el paso de los años es algo inevitable, sin embargo, no es lo mismo si cuidas de tu cuerpo para que esté fuerte, sano y con una mejor imagen.

El verse bien, te hace sentir bien. Y esto se reflejará en tu actitud, energía, hasta en tu trabajo. Cómo pequeños detalles que aumentan la autoestima pueden cambiar tantas cosas de manera positiva.

Me gusta cuidar mi piel, eso es algo que desde niña me inculcó mi mamá y lo hago a diario, claro que la rutina ha cambiado mucho. Antes con lavar la cara, un hidratante y listo, (cuando era niña el protector solar se reservaba para los días al exterior y las vacaciones). Ahora es todo un ritual para el cual hay que levantarse más temprano, jajaja. Pero bueno, con todo, el tiempo pasa y ya se notan más las desveladas, los días pesados en el trabajo, en fin, ya no se recupera uno del mismo modo. La aparatología y los faciales son excelentes aliados, pero traía en mente algo que me ayudara a verme más fresca. Aunque he de confesar que siempre tuve mucho cuidado, bastante miedo, a los inyectables. Ve uno cada caso que te pone a pensar si es una buena opción.

Y lo evité lo más posible hasta que me sentí con la confianza para probarlo. Fue gracias al Dr. David De Rungs, ya había visto su trabajo y leído de su amplia trayectoria, el Dr. De Rungs es cirujano plástico, estético y reconstructivo, especialista en cirugía plástica facial y de mamas. Incluso, ha desarrollado su propia técnica en cirugía plástica facial, logrando una notable naturalidad en el lifting facial. Así que hace unos días fui a visitarlo para platicar con él sobre las recomendaciones de tratamientos faciales. Durante la plática él me dio la confianza para probar el ácido hialurónico y el bótox, justo me explicó la importancia de utilizar productos de la más alta calidad y de estar en manos de un profesional. Su filosofía se basa en mantener la elegancia. Así es, que sigas siendo tú, pero con un rostro fresco, que te haga verte descansado. Y justo ese fue el resultado, algo tan natural que ni en casa lo notaron, jajaja, así pasa. La aplicación es rápida y la molestia mínima. Pero definitivamente me veo y me siento mejor. Creo que fue una buena decisión, en el momento adecuado y, sobre todo, con un doctor sumamente profesional que entendió lo que estaba buscando, mis miedos a probar nuevos procedimientos y definitivamente, no me arrepiento.

En conclusión, te recomiendo siempre estar en manos de un médico con ética y que te de confianza.

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