Por: Mónica Velasco 

 

La comida orgánica que ha causado más interés en años recientes no es distinta a la comida convencional en cuestión de calorías o contenido energético. Aunque pareciera que es cuestión de moda, la verdadera diferencia entre los alimentos orgánicos y los convencionales reside en su forma de ser producidos, criados o cultivados dando como resultado que el valor nutrimental de los mismos se vea afectado.

Desde que el hombre descubrió la agricultura aprendió que las semillas en la tierra dan frutos que sirven como alimento. Desafortunadamente, las cosechas son susceptibles a las inclemencias del tiempo, roedores, insectos y hasta plagas que pueden terminar con los cultivos de toda una comunidad. Por tal motivo y con la finalidad de protegerlos, la industria agropecuaria creó varios productos y mecanismos que no solo garantizan el éxito de las cosechas para que los alimentos lleguen a las personas sino que también ponen fin a las amenazas que ponen en peligro dichas cosechas. Sin embargo, estos productos no solo terminan con las plagas e insectos que representan un peligro sino que con el paso del tiempo, el uso frecuente, constante, y en algunos casos hasta inmoderado de dichos productos, ha traspasado y minado la calidad de la tierra, aire, agua y de los mismos alimentos que intentan preservar.

De igual manera, otras industrias alimentarias han encontrado soluciones que, con la finalidad de evitar contagios entre animales o hacer que éstos sean más grandes, robustos, sanos, etc., alteran la salud de los animales y de quienes consumen la carne de dichos animales.

Así pues, después de la Segunda Guerra Mundial los alimentos que antes se consumían enteros o mínimamente procesados; comenzaron a refinarse y modificarse. Desde entonces, la industria alimentaria ha vertido, rociado, inyectado, y contaminado los alimentos que nos llevamos a la boca y que consumimos de manera habitual, dañando también la calidad del aire, suelos y agua, disminuyendo la cantidad de nutrientes y minerales de los mismos.

Los productos dañinos que consumimos de manera habitual son:

  • Toxinas: hormonas de crecimiento, pesticidas, antibióticos, fertilizantes, herbicidas,
  • OGMs: organismos genéticamente modificados.
  • Alimentos transgénicos

Los riesgos a la salud son muchos y los daños relacionados con el consumo habitual de contaminantes en los alimentos se relacionan con los siguientes padecimientos:

  • Irritación de piel, ojos, pulmones y mucosas
  • Desbalances hormonales
  • Intoxicación del sistema nervioso central
  • Enfermedades en riñones, hígado, sangre y huesos
  • Defectos durante la gestación
  • Problemas en aparatos reproductores
  • Cáncer

 

¿Qué beneficios ofrece la comida orgánica?

Primero que nada garantizas que los alimentos que consumes están libres de herbicidas, pesticidas, fertilizantes y productos químicos. De esta manera te cuidas tu y cuidas a tu familia, ya que los niños son 4 veces más susceptibles a desarrollar enfermedades por ingesta o contacto con estos productos.

En segundo lugar, contribuyes con tu “granito de arena” al reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente y regenerar la tierra. La mayoría de los pesticidas terminan contaminando las fuentes de agua potable.

Por último, ayudas a que los productores y economía local o interna se beneficie con prácticas mucho más sanas, a la vez que se ahorra energía y se reducen costos de producción y /o transportación.

 

¿Cómo saber si lo que compro es orgánico o no?

La certificación orgánica es la garantía de que los productos han sido cultivados y manejados de acuerdo con los procedimientos naturales y sin químicos. La recomendación es comprar las frutas y verduras directamente de los productores, es decir, en los mercados. Sin embargo, si esto no es posible, entonces podrás adquirirlos en los supermercados donde la mayoría de las frutas y vegetales que se venden tienen etiquetas con códigos, de acuerdo con la manera en que fueron producidos. Estos códigos son:

Si el código es de 4 dígitos y comienza con el número 3 o 4 significa que es un producto que ha sido cultivado de manera convencional.

Si el código es de 5 dígitos y comienza con el número 9 entonces es un producto cultivado y cosechado de manera orgánica.

Si el código es de 5 dígitos y comienza con el número 8 se trata de un producto que ha sido genéticamente modificado.

 

¿Qué alimentos se recomiendan consumir de manera orgánica?

A pesar de que la recomendación establece que todos nuestros alimentos debieran ser orgánicos, la verdad es que son pocos los presupuestos que realmente pueden sostener esta decisión. Por eso, a continuación enlisto los productos que se consideran contienen mayor índice de contaminantes o toxinas y por ende, se recomienda que se consuman en su versión orgánica; así como aquellos alimentos que se consideran contienen menor cantidad de químicos en su producción:

LA DOCENA SUCIA LOS MÁS LIMPIOS
Manzana Aguacate
Fresa Piña
Uva Col
Apio Cebolla
Durazno Espárrago
Espinaca Mango
Pimiento Papaya
Nectarina Kiwi
Pepino Berenjena
Jitomate Cherry Toronja
Papa Melón
Arándano Coliflor
Camote

 

En cuanto a productos de origen animal se refiere, la recomendación es que sean animales alimentados con pasto (grassfed) y no con granos, de libre pastoreo, salvajes (en el caso de pescados) en vez de criadero y libres de hormonas y antibióticos.

Afortunadamente cada vez hay más conciencia al respecto y es mucho más fácil y accesible encontrar frutas, verduras y productos de origen animal que cumplan con las especificaciones propias de productos orgánicos, así que no debieras tener problemas para comprar y consumir este tipo de alimentos que más que moda, es una necesidad para cuidar nuestra salud, la de nuestros seres queridos y ayudar al medio ambiente.

Por último, te recuerdo que una alimentación sana y balanceada es el principio de una buena salud. Consumir frutas y vegetales es indispensable, sin embargo, si logramos consumirlos orgánicos estaremos garantizando la ingesta de menos contaminantes y mayores nutrientes que el organismo requiere.

¡A tu salud!

Mónica Velasco

Yogui, Health Coach Holística & Funcional

Fundadora de www.reverdeser.com.mx