Por: Mónica Velasco

 

Cuida tu tiroides

 

Ya sabemos que cuidar nuestra salud es muy importante, pero en estos tiempos de confinamiento resulta de mayor relevancia estar al pendiente de nuestro sistema endócrino porque de éste depende en buena parte la salud de nuestro organismo.

El sistema endócrino está formado por órganos y tejidos que secretan hormonas necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. Una de esas hormonas es la tiroides la cual es muy “famosa” pero poco sabemos de su relevancia y cómo cuidarla.

 

¿Qué es?

La tiroides es una glándula en forma de mariposa que se ubica en el cuello por encima de las clavículas. Es una glándula que secreta hormonas tiroideas encargadas de regular el ciclo menstrual, la temperatura corporal, el ritmo cardiaco, la presión arterial, la respiración, los latidos del corazón y el metabolismo.

Es una glándula muy sensible, que se ve afectada por cuestiones ambientales, toxinas, estrés, alimentos, anticonceptivos, cambios hormonales y cuestiones genéticas. Se estima que 40% de la población mundial tiene alguna afección en la tiroides y la mayoría de estas personas son mujeres.

Bocio, nódulos, tiroiditis, cáncer, hiper e hipotiroidismo son las enfermedades de la tiroides, siendo éstas últimas las que mayor cantidad de casos representan.

 

HIPERTIROIDISMO

Enfermedad ocasionada por exceso de secreción de hormona tiroidea.

Temblor en manos, ansiedad, pérdida de peso, palpitaciones, intolerancia al calor, sudoración excesiva, insomnio, falta de concentración, piel seca, pérdida de cabello, ojos saltones e irritados son algunos de los síntomas que presentan quienes lo padecen.

Se agrava al convertirse en enfermedad autoinmune mejor conocida como Enfermedad de Grave, en honor al doctor que la diagnosticó.

 

HIPOTIROIDISMO

Enfermedad ocasionada por falta de secreción de hormona tiroidea.

Metabolismo ralentizado, dolor articular, frío constante aún en climas cálidos, fatiga y letargo, aumento de peso o imposibilidad para perder peso, estreñimiento, hinchazón, piel seca, uñas quebradizas, pérdida de cabello, falta de concentración, problemas de fertilidad y anemia son algunos síntomas que ocasiona esta enfermedad.

Si se agrava se convierte en enfermedad autoinmune de nombre Hashimoto.

Para que una enfermedad sea autoinmune deben presentarse las siguientes 3 condiciones:

 

  1. Factor genético
  2. Disparadores: toxinas, infecciones, deficiencia de nutrientes, etc.
  3. Intestino permeable

 

 

Es importante que sepas que si detectas o padeces alguno de estos síntomas lo cheques con un endocrinólogo para que te hagan las pruebas de laboratorio correspondientes, las cuales deben considerar:

  • Niveles de azúcar, insulina y glucosa
  • Niveles de lípidos, colesterol y triglicéridos,
  • Niveles de hormonas tiroideas T3, T4 y en conjunto, anticuerpos tiroideos
  • Niveles de vitamina D, vitamina B12, ferritina

 

¿Cómo controlar los síntomas?

Si bien es cierto que las enfermedades autoinmunes no son curables, con los tratamientos correctos, cambios en alimentación y estilo de vida son controlables y se pueden poner en remisión los molestos síntomas.

Adicional a los medicamentos y tratamientos sugeridos por el médico, se recomienda consumir diariamente algunos alimentos que por su aportación de vitaminas y minerales resultan convenientes para mitigar las condiciones de la enfermedad.

Algunos de estos minerales tan necesarios en la producción, asimilación y absorción de las hormonas tiroideas, son:

  1. COBRE: desempeña un papel fundamental para la producción y absorción de las hormonas tiroideas. Legumbres, frutos secos, mariscos, moluscos, cacao son buena fuente de este mineral.
  2. HIERRO: componente de algunas enzimas que participan en la biosíntesis de las hormonas tiroideas. Lentejas, garbanzos, almendras, espinaca, huevo, semillas de girasol, arroz integral son tan solo algunos alimentos que lo contienen.
  3. YODO: esencial para la producción de hormonas tiroideas. Lo encuentras en acelgas, ajonjolí, semillas de calabaza, huevo, pescado, mariscos…
  4. ZINC: en conjunto con el cobre permiten que las células tiroideas inactivas se activen, manteniendo el balance entre éstas. Salvado, jengibre, chícharo y frutos secos son algunos alimentos que lo contienen.
  5. OMEGA 3: el consumo de ácidos grasos se recomienda en pacientes con hipotiroidismo para combatir fatiga, ansiedad y depresión. Los omega 3 se encuentran en pescados de agua fría como bacalao, salmón o sardina y en cantidades más concentradas en el aceite de pescado o de hígado de bacalao; linaza y frutos secos también son una buena fuente de este valioso nutriente.

Así que ya lo sabes, la salud de la tiroides determina en buena medida la salud del organismo en general. Una buena forma de cuidarla es llevando una alimentación balanceada, rica en frutas, vegetales, ácidos grasos, aminoácidos, vitaminas y minerales que resultan fundamentales para verse y sentirse bien.

 

Espero que esta información te sea de utilidad y no la eches en saco roto, sobre todo, si padeces uno o más de los síntomas mencionados. Recuerda consultar con tu endocrinólgo para comprobar o descartar cualquier anomalía.

 

Con cariño,

Mónica Velasco

Health Coach e Instructora de yoga